sábado, 28 de junio de 2008

Dulce Señor, dulce como la miel

Tu rostro de miel se pega con mi piel, me compartes tu dulzura, me enloquece tu sabor a amor. Inmenso como el mundo, profundo como el mar. Me derrumba tu aroma a libertad. Siento como las olas se conducen con el aliento de tu voz... el color se desprende de tu pasión. Chocan miradas tentadoras pero tú eres muralla de rosas que perfuman mi interior. Alabaré tu nombre, exaltaré tu presencia. No me iré más lejos, dónde tu me lleves iré. Navegaré noche y día sí tu me acompañas. Lucharé por tí. Entregaré mi vida por tenerte en mí.
Ya no sé cómo decir que te amo, que mi corazón has derrumbado y, con tu huella sellaste tu nombre. Te Amo. No quiero alejarme de tí, no quiero apartarme de tu voluntad. No quiero perderme en un laberinto sin final.




Pequeña Alma, ensalsada de amor, vestida de misericordia, servidora de paz.

miércoles, 25 de junio de 2008

Amados, unidos a la soledad.

Un nuevo día ha comenzado, ya no temo a nada... pues en el abrazo de mi amado estoy y el mundo pasa por mi lado, me mira con ojos de envidia pero nada puede hacer para enterrarme en su negra tierra. Gira una y otra vez, dando vueltas de revés, busca una y mil formas para atraerme pero no lo consigue. Vuelve a mirarme con ojos mentirosos, que simbolizan ternura pero más allá de su color existe la verdadera intención. Camina despacio, esperando a que lo alcance. Me acerco, lo paso, no me detengo... apresurada, con la mirada fija en mi meta, continúo. Las horas pasan, los minutos no quieren detenerse... no me queda más que dejar atrás todo aquello que tiempo me quiera quitar. El mundo, ese mundo donde viví por muchos años pero que ayer fui rescatada por una divina mano, que en todo momento anhelé.
Me siento en el abrazo de mi gente, protegida por mi amado... sé que nada me falta cuando con él estoy. El amor cae en forma de tormenta, el sol brilla como nunca antes lo logró. Resplandece la luna en el anochecer, blanca y llena. Llena de ternura, sueños y espacios de libertad. Se fusiona la creación... sol, luna, tormentas, mar, arena... se unen en el arco iris del encuentro con el magnífico creador. Las estrellas caen sobre mis ojos tristes, empapados de amargura y como un toque mágico... vuelan lejos... nueva vida hay en mí, mis ojos ya no tienen miradas amargas, ahora irradian la ventana del alma mía que se encuentra bailando en un boliche de adoración. Donde la música es lenta, la melodía impacta en mí. La letra dice profundas verdades que nunca me he detenido a pensar. Termina mi noche de salida, comienzo un día de intimidad vivida pues en aquél lugar, conocí la soledad, y de vuelta a mi hogar me acompañó. La invité a pasar, me dijo que con mucho gusto pues conmigo se quería quedar. Hablamos y más aún no podemos terminar. Fiel compañera, a partir de ahora mía será. Soledad quién es dueña de la divina intimidad. Soledad, quién sobreestimada está... no encuentra compañeros, el mundo teme de ella y sola se siente. Oh! soledad, yo te acompañaré, mi vida entera contigo compartiré. Pues contigo encuentro el espíritu que anhelo. Me regalas silencios dulces y vespertinos. Silencios poderosos, que en medio del ruido reinan igual. Oh! soledad amada compañera, complaciente y cordial. Gracias por estar.





Alma Pequeña

martes, 24 de junio de 2008

Desconcierto



Me encuentro sentada, frente a un libro que no lo comprendo. Las palabras bailan a mi alrededor, me invitan al centro de la pista, pero yo sólo agradezco.. pues prefiero aún quedarme en mi lugar.

Cuán dificil es compartir mis palabras más íntimas, quiero plasmar en estas frases, lo que siento navegando por mi interior pero sólo encuentro inefabilidad. Miro una y otra vez mi habitación, en busca de aquello que haga desamarrar lo que me ata a este muelle de introversión. Será que lo que siento sólo debo compartirlo con mi amado? Cómo saberlo? Yo sé que el pronto me explicará... en sus regasos me sentará y llena de besos de ardiente amor, me dormirá como lo hace el mar cuando descansa de las olas en la noche soñadora. La luna brillará sobre nuestros rostros, la sonrisa resplandecerá y así dormiré en paz, viajando hacia la eternidad. No llevaré valijas, ni mochilas.. me iré libre de ataduras, despegaré mis alas prisioneras de este mundo que gira en lo superficial.

Amado de mi alma

Amado de mi alma, me pregunto en este encuentro cómo te has enamorado de mí. Que tengo yo para ofrecerte? Si todo es un regalo tuyo, todo te pertenece. Amado mío, cómo decirte al oído cuán bella me siento estando a tu lado. Amado de mi alma, dejas huellas profundas en mi corazón. Intento dar un sentido a mi razón pero no encuentro el crack para entender, es que esto va más allá de mi poder. Amado mío, dueño y Señor... dime qué, de mí, te llamó la atención.
Y es, desde aquél día en que tu amor me cautivó, ya no puedo alejarme de tí pues sí así lo decido, me debilito en mi humanidad. Amado de mi alma, dime cómo hacer para seguirte hasta desaparecer y renacer en aquél universo eterno de donde tú me amas. Junto a tí he conocido lo que es sonreír. Mi alma vuela en un mundo de paz. Mi espíritu unido al tuyo se encuentra. Me tienes entre tus manos y de allí no quiero salir. Amado mío, no permitas que de tí me aleje, hamácame en tu bondad, colúmpiame en tu verdad. Hazme dar vueltas y soñar, volver a vivir aquél día dónde tu amor me derrumbó. Sólo quiero seguirte y no perder esta felicidad que me has regalado sin pedirme nada a cambio. Cuán grande eres, no lo puedo comprender.